viernes, 19 de octubre de 2007

Luz o no luz, he ahí el problema.

Este es un experimento que hice hoy en la mañana con estas dos niñas para demostrar lo mucho que necesitan luz para crecer con fuerza y color. La planta de la izquierda fue dejada en la terraza en un lugar donde llega el sol directamente toda la mañana. La de la derecha, a menor suerte, fue puesta en un lugar de la terraza donde, si bien no llegaba luz directa, sí alcanzaba a captar cierto brillo. La verdad, es que mi corazón no fue capaz de dejar a una sin nada de sol... simplemente no aguanté. El resultado es el que ustedes pueden ver. Una planta con presencia al lado de una planta tímida y delicada. Si esto es lo que sucede al dejar una planta una sola mañana con poca luz, ustedes imagínense qué pasa cuando no hay nada de luz por todo un día. Ahora, van a dejar a sus plantas con un buen sol, ¿sí o no?